El cartel presentaba a “Rosie the Riveter” (“Rosie, la remachadora”), una trabajadora de una fábrica de Michigan, que mostraba su musculoso brazo derecho y su delicado cabello envuelto en un coqueto pañuelo rojo con motas blancas al grito de "We can do it!" ("¡Podemos hacerlo!").
El mensaje se convirtió en un ícono del movimiento feminista en Estados Unidos durante esos años.
Doyle no se dio cuenta de lo famosa que era hasta que vio una reproducción del cartel en una revista en 1982. "¡Mira! ¡Soy yo!", parece que fue su reacción al reconocerse, según ha contado su hija. El nombre "Rosie, la remachadora" se inspiró en una canción de 1942 que rendía un homenaje a las mujeres que asumieron el control de las fábricas cuando los hombres tuvieron que irse a la guerra:
All the day long,
Whether rain or shine
She’s a part of the assembly line.
She’s making history,
Working for victory
Rosie the Riveter.
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