lunes, 24 de octubre de 2011

Rosa Parks o el desafío a la América blanca



Un día como hoy de 2005, 24 de octubre, murió Rosa Louise Parks (Tuskegee, Alabama, 1913). Esta mujer negra fue una figura importante del Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos, principalmente por haberse negado a ceder el asiento a un blanco y moverse a la parte de atrás del autobús (1955) en el sur de los Estados Unidos. La acción concluyó con su encarcelamiento y se cita frecuentemente como la chispa del Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos.

Defensora de los derechos civiles estadounidense. Hija de un carpintero y de una maestra, Rosa Louise McCauley (éste es su nombre de soltera) cursó estudios en la escuela industrial Montgomery Industrial School for Girls y en el colegio para maestros Alabama State Teachers College. Finalizados sus estudios, Rosa se casó con Raymond Parks.
El matrimonio vivía en una época en que la segregación, o sea, la separación de las personas por motivos raciales o religiosos, predominaba todavía en la mayor parte de los Estados del Sur. Decidida a combatir el segregacionismo, Rosa Parks se convirtió en 1949 en asesora de una asociación para promover el bienestar de los negros, la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP).
En 1955 tuvo lugar el incidente que la haría mundialmente famosa; pocas veces un acto tan nimio ha tenido tan importantes consecuencias, en este caso, en el terreno de la lucha por la igualdad de derechos en Norteamérica. Rosa Parks, un humilde modista negra, se negaba a ceder su asiento en el autobús a un viajero blanco. El conductor llamó a la policía y la mujer fue detenida y obligada a pagar una multa de catorce dólares. El hecho puso de manifiesto una vez más las condiciones de segregación a que estaban sometidas las gentes de color, que tenían prohibido el acceso a piscinas, escuelas, restaurantes y un gran número de servicios públicos exclusivos para los blancos.
El incidente del autobús tuvo como primer efecto la creación de la Montgomery Improvement Association, cuya finalidad era la defensa de los derechos civiles de la minoría negra. Martin Luther King fue su presidente. La asociación organizó un boicot a los autobuses de Montgomery que tuvo un seguimiento masivo y fue un rotundo éxito: duró 382 días y contribuyó a que la causa de los afroamericanos de Montgomery fuese conocida en todo mundo. Como consecuencia de ello, el gobierno norteamericano se vio obligado a abolir la segregación en los transportes públicos.

domingo, 23 de octubre de 2011

Presentación de libro_de_marzo, el 26 en el CAL

Querid@s amig@as, como veis en la tarjeta, el miércoles presentamos mi libro de marzo, una miscelánea de poemas y textos de ficción y reflexión surgidos a raíz de los atentados del 11M de 2004 en Madrid, y además tengo la suerte de estar acompañada del espléndido poeta y profesor de la Universidad de Málaga, Francisco Ruiz Noguera. Abajo, como muestra, uno de los poemas del libro:

[11]


un animal despiadado es aquel que taladra agujeros
para fabricar un silenciador,
el silencio no calla muchas cosas
[además no está probada su existencia]

alarma la rápida descompresión de la bala
en el alma del arma, en el cañón,
preparada para evacuar un alma en once segundos:
uno, dos, tres
[once]

un animal implacable es aquel que mezcla ácido nítrico
con ácido sulfúrico,
[hay tal tranquilidad en ese acto]
le añade glicerina y eso basta,
ya tiene un explosivo dispuesto para funcionar

los libros de historia no contienen este tipo de instrucciones de uso,
el animal, inflexible, las ha aprendido solo,
como aprendió a conseguir el fósforo:
[polvo blanco, muy blanco]
unas partes de urea y una dosis de sal

entre tanto, por campos grises
se arrastran los gusanos sedientos de venganza,
entre tanto, en sótanos perdidos
mandíbulas talladas en piedra
gritan, musitan, oran,
sin advertir apenas el olor nauseabundo de la química húmeda,
adormecidos hace tiempo los sentidos
[en formol la compasión, la piedad, la clemencia]

el animal inclemente cumple pequeñas tareas para las que ha sido preparado,
haciendo tiempo camina por el metro,
la ciudad bulliciosa no tiene para él
ninguna regla fija,
hombres, mujeres, niños,
o jardines orinados por perros,
todo parece igual que una pistola incrustada en la boca
del enemigo,
[todos tenemos el rostro de la muerte gateando por los tejados]

el animal riguroso sube cincuenta pisos hasta la azotea
[hay tal tranquilidad en esa altura]
pulsa las teclas y calcula cómo estallan los trenes de corto recorrido,
recorrido muy corto,
tan corto a veces como perecedero,
casi fugaz,
atajo burdo donde el azar es odio
[el odio a veces se lleva por delante el azar]
mira hacia abajo y comprueba cómo estallan cristales entre la parafina,
el hierro vivo, candente, vulnerable,
los metales preciosos ahora al frío de la mañana,

mientras que yo, entre tanto,
vuelo [ impune] por el aire lleno de gas nervioso,
no entiendo nada,
sencillamente muero

domingo, 9 de octubre de 2011

Y a pesar de las nobeles... es la guerra por la libertad



Alrededor de 300 personas, incluidas 200 salafistas (el salafismo es uno de los movimientos insámicos) intentaron incendiar la sede de la cadena Nessma, en Túnez tras la difusión (el viernes pasado por la noche) de la película franco-iraní Persépolis , que describe el régimen iraní de Jomeini desde la mirada de una niña, según ha informado la propia cadena y el ministerio del Interior. Según han contado numerosas fuentes fidedignas, después de la difusión de Persépolis, el mismo viernes hubo llamamientos en Facebook a quemar Nessma y a matar a los periodistas. Era la primera vez que se difundía Persépolis en árabe tunecino en el país.
El ataque de los integrantes del movimiento islámico salafista, en Túnez, se produce al día siguiente de que hombres armados invadieran la Facultad de Letras de Susa después de que se denegara la inscripción de una estudiante con niqab (prenda que cubre a la mujer entera, incluyendo el rostro).

viernes, 7 de octubre de 2011

Tres mujeres y un solo premio verdadero...

Dos mujeres liberianas y una yemení han sido galardonadas ex aequo con el premio Nobel de la Paz 2011 por su "lucha no violenta por la seguridad y el derecho de las mujeres a participar plenamente en la construcción de la paz". Se trata de la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, que puso fin a la guerra civil de su país y la primera mujer africana elegida para la máxima representación; la activista liberiana Leymah Gbowee, fundadora de un movimiento de mujeres por la paz en su país que no sólo lucha por acabar con las guerras, sino que promociona a la mujer, y de la activista yemení Tawakul Karman, una periodista de 32 años que lidera el movimiento popular contra el régimen del dictador Saleh.

El jurado del triple galardón ha querido significar el papel que está desempeñando la mujer en el cambio político y social, especialmente en aquellos países en que la falta de desarrollo y la pobreza lo han hecho mucho más difícil. Liberia, con dos cruentísimas guerras civiles (1989-1996 y 1999-2003) que devastaron su economía, ha logrado enderezar el rumbo gracias al trabajo de mujeres que, como Johnson-Sirleaf y Gbowee, no sólo han frenado las tentaciones belicistas internas, sino que están logrando sanear la economía y poner orden en el país. La presidenta, formada universitariamente en Estados Unidos, ha saneado la deuda gracias a las ayudas financieras estadounidenses y europeas y ha instituido una comisión para la Verdad y la Reconciliación para promover la paz, la seguridad, la unidad y el fin de los conflictos bélicos. Gbowee, por su parte, ha logrado una alta participación de la mujer contra la guerra, y ha llegado incluso a promover un masivo viaje de mujeres a Accra, la capital de Ghana, donde se llevaron a cabo las negociaciones para la paz en Liberia.
Por su parte, la yemení Tawakul Karman es la principal activista de la lucha en su país por derrocar al dictador Saleh e instituir la libertad de prensa y de una campaña para exigir la libertad de los presos políticos. Enfrentada también con los sectores más extremistas de su país vinculados a Al Qaeda, que la acusan de querer echar a las mujeres de su casa, Karman ha sufrido algún atentado, como el del 2009, cuando una mujer intentó apuñalarla con un jambiya, arma tradicional del pueblo yemení.
La galardonada ha abandonado el niqab clásico de su país. "Descubrí que el velo no es adecuado para una mujer que quiera trabajar en el activismo y quiera trabajar en el dominio público", afirma.
(Extraído de La Vanguardia)

sábado, 1 de octubre de 2011

Homenaje a Clara Campoamor y a su discurso

En 1931, Clara Campoamor es elegida diputada en las listas del Partido Radical. En este mismo año, la diputada fue fundamental para conseguir que las mujeres tuvieran derecho a voto que se aprobó el 1 de diciembre de 1931 gracias a su discurso en el Congreso el día 1 de octubre de 1931.
Por entonces, 1 de octubre de 1931, en el Congreso español sólo había tres escaños ocupados por mujeres: Victoria Kent por el Partido Radical-Socialista, Clara Campoamor por el Partido Radical, y Margarita Nelken por el Partido Socialista. De las tres, sólo Clara Campoamor defendió el sufragio femenino. Victoria Kent se opuso al voto y su oposición reflejaba la postura de la izquierda. El propio Manuel Azaña ironizó sobre el enfrentamiento verbal entre Victoria Kent y Clara Campoamor, argumentando con un viejo estereotipo consabido: que sólo había dos mujeres en la cámara (Margarita Nelken apoyó a Kent pero no pudo participar en la decisión porque no tenía aún el acta de diputada) y ni por casualidad podían ponerse de acuerdo. Ahondando aún más el autoritarismo misógino castizo, el diario La Voz, al día siguiente, ampliaba este comentario preguntándose qué pasaría entonces en España cuando hubiera cincuenta mujeres en la Cámara. El diputado izquierdista Novoa Santos, eminente clínico y patólogo, intentó justificar el voto en contra desde el punto de vista de la ciencia, asegurando que a la mujer no la dominaban la reflexión y el espíritu crítico, sino que se dejaba llevar siempre por la emoción. En la mujer, según Novoa, el histerismo no era una simple enfermedad, sino la propia estructura de su psique. El líder del PSOE, Indalecio Prieto, fue uno de los muchos socialistas que votaron en contra. Abandonó el Congreso formando un alboroto y asegurando que “se había dado una puñalada trapera a la República”. Cuando efectivamente la izquierda perdió las elecciones en 1933, la misma izquierda señaló a Clara Campoamor como culpable, a quien nunca perdonaría.
El artículo 34 del proyecto y 36 del texto definitivo fue aprobado por 161 votos a favor y 121 en contra. El resultado de la votación fue acogido con aplausos y protestas. Un diputado gritó entusiasmado: “¡Viva la República de las mujeres!”.
En aquella célebre sesión del 1 de octubre de 1931, se manejaron múltiples argumentaciones para apoyar la negativa a aprobar el voto femenino, no debería aprobarse: "hasta que las mujeres dejaran de ser retrógradas" (Álvarez Buyita, Rico), "hasta que transcurran unos años y vea la mujer los frutos de la República y la educación" (Victoria Kent) o indefinidamente, "porque las mujeres son histéricas por naturaleza" (Roberto Novoa Santos), etc. Hubo, incluso, quien propuso excluir esta cuestión de la Constitución para poder impugnar los resultados si las mujeres no votaban de acuerdo con el gobierno, como Rafael Guerra del Río; o quienes proponían reconocer el derecho a voto solamente a las mayores de 45 años "porque antes la mujer tiene reducida la voluntad y la inteligencia".
Margarita Nelken señalaría después lo siguiente respecto de la mujer y su vinculación con la Iglesia católica: “No hay una sola mujer española, católica practicante, es decir, una sola mujer que se confiese, que no haya sido interrogada por su confesor acerca de sus ideas políticas y acerca de la inclinación que ha de darles y que ha de procurar dar a las de cuantos la rodean”.