Hoy, como ya suponíamos, Irán desmiente la esperanzadora noticia. Este tira y afloja sería esperpéntico a más no poder si no fuera una tortura abominable a personas de carne y hueso, porque ¿qué sabemos aquí de ella o de su hijo?
No. Ya hemos hablado en otros post de esto. No es la primera vez que los dirigentes iraníes dan muestra de un gran cinismo a través del doble discurso diciendo que la lapidación de esta mujer había sido suspendida y estaba siendo reexaminada por la "justicia", con el propósito, en definitiva, de culpabilizar a este (sin duda corrupto y depravado a sus ojos) occidente que se entromete en sus "justicieros" asuntos. No es la primera vez y tal vez no sea la última.
Mientras tanto, el inmenso sufrimiento de los siervos continúa y la complacencia de los déspotas se preserva en jarra de oro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario