martes, 10 de febrero de 2009

Tracey Emin no está en su cama

¿Dónde está Tracey Emin? Desde luego no está en su cama, ni en Málaga tampoco, que yo sepa... Aquí sólo está su exposición-retrospectiva (por primera vez en este país, parece mentira!) que acabo de ver en el CAC de Málaga hasta el 22 de febrero. Tracey Emin. 20 años. He tenido que correr, no quería perdérmela antes de que el tiempo (fugit) me pierda a mí.
Niña mala, artista británica, aquí está por fin... pero ¿cómo?
Se forma en el Maidstone School of Art y en el Royal College of Art de Londres. Utiliza su biografía como material principal de su obra, siendo característica su versatilidad a la hora de utilizar materiales: textos, pintura, dibujo, escultura, textil, vídeo, instalaciones... con el objeto de presentar sus experiencias vitales de la manera más inmediata y efectiva posible. El humor y la tragedia enhebran estos pedazos de vida que tienen el carácter de una confesión y que la artista hace absolutamente públicos y abiertos, hasta el punto de llegar a abrir un Museo Tracey Emin en 1995. Un año antes tenía lugar su primera individual en White Cube: “My Major Retrospective”.
Una de sus obras más representativas es CV Cunt Vernacular (1997), presentada en la Tate Modern, y que constituye una narración en primera persona de su tumultuosa vida: nacimiento en Londres, niñez en Margate, víctima de una violación a los 13 años, promiscuidad, absentismo escolar, dos abortos, intentos de suicidio, sus estudios en Maidstone y en el Royal College of Art, su amistad con la artista Sarah Lucas , la firma de su contrato con el espacio White Cube...


Nominada al Turner Prize en 1999, su obra ha podido ser vista en exposiciones como “I Need Art Like I Need God”, South London Gallery, Londres (1998), “Here to Stay: Arts Council Collection purchases of the 1990s”, National Touring Exhibitions de la Hayward Gallery, Londres (1998) o “Turner Prize”, Tate Gallery, London (1999).... Emin revisa el valor de la maternidad, el deseo de ser madre, el deber de serlo... a través de textos, bordados, vídeos, dibujos y con el cuerpo...

1 comentario:

El jardinero dijo...

Intensa sublimación de acontecimientos desgarradores convertidos en vehículos artísticos de comunicación desde su dolor.

Muy interesante.


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