viernes, 28 de noviembre de 2008

Premios, cervantas y género(sidades)


De tan curioso como es, resulta paradigmático que a Doris Lessing le sorprendiera la noticia de la concesión del Premio Nobel con la bolsa de la compra en la mano. Esto no ha ocurrido con el ganador del Premio Cervantes 2008. La bolsa de la compra ya se sabe quién la maneja aquí. Desde que se instituyó el Premio Cervantes en 1974, este galardón ha recaído sólo en dos casos en escritoras: María Zambrano (1988) y Dulce María Loynaz (1992). Creo que los datos hablan por sí solos. Algún artículo periodístico señala hoy el desagravio a la memoria robada. Tal vez no sea este el modo de plantear este desagravio histórico, sobre todo porque un autor que ha ganado el premio Planeta de novela bien puede considerar que ha sido desagraviado por todo un país y una política editorial. Pero no quiero entrar en múltiples valoraciones, que bien podrían y deberían hacerse, en relación a este premio fallado ayer, ni a su significación original emborronada entre tintes políticos. Reparar el agravio, resarcir o compensar el perjuicio causado a la mitad de la humanidad tampoco sería moco de pavo para ser considerado por un Ministerio de Cultura que conmemora al autor de la que es considerada la máxima obra de la literatura española. Pongo por ejemplo a Ana María Matute, una escritora que tiene una trayectoria impecable, miembro de la Real Academia de la Lengua, nominada en 1976 al Premio Nobel, una mujer que sufrió la ignominia de las leyes españolas franquistas al separarse de su marido y perder la custodia de su hijo… En fin, agravios, desagravios… En esas estamos… A más de una nos habría gustado ver cómo hubiera sorprendido la noticia de la concesión del Premio Cervantes a Ana María Matute. Sobre todo a las Cervantas.

2 comentarios:

manolo dijo...

Sin entrar en la cuestion (inabarcable) del machismo de las letras, autores y premios hispanos, querría señalar de pasada que el apelativo "Las Cervantas", aplicado a las mujeres de la familia de don Miguel en tono notablemente despectivo, es una manipulación interesada de la realidad. Los documentos donde se inicia esa leyenda cervantina-procedimiento judicial de 1605-dicen literalmente "Las Cervantes". De nada.

Carmen Velasco Rengel dijo...

hombre, hombre, hombre, tanta erudición perturba, sobre todo cuando lo dice manolo, ¿o mejor palomo? juan palomo, quiero decir...