"Si una persona está muerta, es por largo tiempo. Si es tonta, es para siempre."
Tatiána Nikítichna Tolstáya (Татьяна Никитична Толстая), nacida el 3 de mayo, 1951 en San Petersburgo, la URSS) es una escritora rusa y presentadora en TV. Sobrina nieta de León Tolstói, nieta de Alekséi Nikoláyevich Tolstói, su abuela paterna Natalia Tolstaya-Krandiévskaya fue una poetisa y su abuelo materno fue el famoso traductor y poeta. Su hermana Natalia Tolstaya también es escritora. En 1990 fue galardonada con el premio italiano Premio Grinzane Cavour para sus cuentos En el zaguán de oro… (Echando a la pirula). Fue nominada para el Premio Booker ruso en 2001 por su novela Kys.
Reproduzco un artículo sobre el Lenguaje, que tiene algo que decir también sobre el nuestro, titulado:
EL LENGUAJE EN RUSIA ESTÁ EN LA SOPA
Hace trecientos años Pedro el Grande abrió una ventana hacia Europa. Las lenguas extranjeras inundaron Rusia. El inglés, el danés, el francés y el italiano. Hoy en día, están llegando nuevas palabras y conceptos culturales a Rusia a una velocidad increíble. En ocasiones se suman a sus análogas rusas, en ocasiones las reemplazan.
Por ejemplo, Rusia ha tenido "chi" (sopa de col), "ujá" (sopa de pescado), "pojliobka" (sopa de todo), "sielanka" (sopa campesina), "botviñia" (sopa fría de hojas de remolacha), "okrochka" (sopa de vegetales de primavera). Ahora llegaron el "bullion", el consomé e incluso la simple "sopa". Había menos, ahora tenemos más. ¿No es bueno?
Pero alguien piensa que todas las palabras viejas deberían ser borradas de nuestras memorias, que sólo una palabra, sopa, debería permanecer. Sopa; sopa en general, sin variaciones. Todo lo que comemos con una cuchara es sopa; todo lo que comemos con un tenedor, no es sopa. En todos nuestros menús tenemos sopa, sólo eso.
Olviden lo que hasta ahora conocen, nunca recuerden, nunca intenten descubrir lo que podrían significar palabras como "gazpacho" o "bouillabaisse". No pregunten qué ingredientes se usan para preparar esos platillos. No necesitan saber todo eso. De hecho, ¿por qué preocuparse por el extranjero gazpacho? Olvídense incluso de la simple diferencia entre "chi" (sopa de col) y el "borch" (sopa de remolacha con carne). No hay ninguna diferencia. "Ujá" (sopa de pescado), ¿qué es "ujá"? Teniendo tantos tipos de pescado disponible, mejor eliminemos la palabra. ¿Por qué usar un nombre si tenemos un producto?
Dejemos que todos esos conceptos desaparezcan, se evaporen; dejemos sólo que "sopa" se quede; cómanla, eso es todo. La ropa, también, es genérica en la Rusia actual, como en la China de Mao: una fatiga azul. Vivamos en "kjruchobas" (edificios uniformes de cinco pisos construídos entre 1950 y 1960 durante el liderazgo de Khrushchev). Que todos los hombres sean Sachas y todos las mujeres sean Natachas. Si necesitamos llamarles podemos decir un simple "¡Ey!".
Bajo el capitalismo de mercado libre podemos, por fin, después de tanto, vivir el ideal comunista. "¡Toda la nación soviética como un solo hombre!" Excelentes sinónimos como "bueno, bello, valioso, positivo, hermoso, excepcional, super, encantador, mágico, adorable, notable, intrigante, entretenido, tentador, incomparable, atractivo, impresionante, divino", están despareciendo. ¿Qué tenemos hoy en día? Sólo "krutoi" ( cool ), o "kliovyí" (caliente).
Es en verdad cool , por ejemplo, expresarse usando palabras de una sola sílaba, adoptadas selectivamente de entre todos los tesoros de la lengua inglesa. En este preciso instante su autora está observando con disgusto una caja de cartón en la que algún estadounidense escribió: "Parm Plus! New Improved Taste" (Parm Plus! Nuevo sabor mejorado). Claro, lo que él en realidad quería decir es: "Esta caja contiene queso parmesano, el cual gracias a los nuevos ingredientes que se le han añadido es infinítamente mejor que otros quesos producidos por nuestros corrompidos competidores".
Esa cirugía resultó en la amputación de una parte perfectamente saludable de la palabra "parmesano", añadiendo el vacío pero pomposo sufijo "plus". Consideren esa acción como una cirugía en la que se reemplaza una pierna saludable con un miembro artificial.
Alguna fuerza inexplicable e insuperable hace que nuestros periodistas (especialmente del tipo joven que trabaja en televisión o en radio) recorten grupos enteros de sufijos rusos y los tiren a la basura. El "Blef-klub" ( Bluff Club ) es transmitido, por ejemplo, en la TV "Kultura". Sus presentadores y productores parecen sordos a las nauseabundas connotaciones que la palabra "blef" ( bliov ) tiene en ruso, como vómito, náusea y enfermedad.
Debemos recordar que a pesar del FMI, el Banco Mundial y todos los fenómenos económicos de mercado que hemos experimentado en la última década, el pan ruso no puede hornearse al estilo extranjero. La economía de sonidos y palabras no funciona para el idioma ruso. Al usar modelos del habla inglesa ya no logramos el flujo lento y secuencial del torrente lingüístico ruso, sino una competencia de asmáticos.
La nueva generación, al parecer, prefiere nuevos modelos de intercambio verbal, no tan encantadores como en el pasado, pero perfectamente adecuados a la simple comunicación requerida en el simplificado mundo actual. En todas partes las personas se quejan de cómo los adolecentes gruñen y no hablan. Aquí en Rusia, gruñir parece ser lo único que ahora hacemos. Así es como suena una típica conversación rusa moderna.
Una escena en un restaurante:
Cliente: Quiero sopa.
Mesero: Aquí está la sopa.
C: ¿Está "caliente" ( kliovyí ) la sopa?
M: Kliovyí plus .
C: (comiendo) ¡¿Eh?!
M: ¿Mhhh?
C: La sopa no está "caliente".
M: ¿No? ¿No es Kliovyí ? Entonces es cool ( kruta ).
C: No es cool. ¡Fuera con la sopa!
M: Bueno, es un dólar.
C: ¡Vete al demonio! Aquí tienes un rublo plus.
M: ¡Eh! ¡El Rublo es una mierda! ¡Dame un dólar!
C: ¡No!
M: ¡Te voy a dar un ojo morado plus! ¡Dame un dólar!
C: ¡Aquí tienes! (golpea al mesero en el ojo)
M: ¡Mmmh!
C: Me ahorré un dólar (sale corriendo).
Ese lenguaje puede ser usado no sólo por el tipo de persona masculino y silencioso, sino también por las bellas damas platicadoras. Aquí está una escena en un salón de belleza (basada en una historia real).
Entra una dama con una revista de modas.
Peluquera: ¿Y?
Dama: Un corte.
P: ¿Cómo?
D: Como está aquí. Corte "Boxer".
P: (Aprobando) El "Boxer" es cool ( kruta ).
D: Y...
P: ¿Y qué tal estuvo Chipre?
D: (Animándose) Oh, Chipre estuvo cool. Playa, bar, todo plus; jugo , ginebra , bebida. En la noche: el esposo a la ducha, la hija afuera, aquí está el griego Max: knock-knock, entonces sexo, pastel, dólares, rán tán tán. Y ya.
En este punto la autora escapa corriendo, desesperada, en busca de los pocos rusos que todavía conversan en su idioma natal.
(Traducido del inglés por Martín Hernández K. )