Decía Jaime Gil de Biedma al comienzo de su conocido poema Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde..., lo supimos muchas veces, pero tal día como hoy de 1945 la seriedad se convirtió en abominación y horror (no hay palabras para describirlo) con el bombardeo atómico de EE. UU. al pueblo japonés. Sí, "dejó huella", una execrable huella que hoy no podemos sino denunciar aquí con una imagen.
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