Hoy, día conta la ablación de clítoris, quisiera recordar algunas cuestiones dadas las dudas sobre el tema que he podido deducir en mi post anterior sobre la ablación.
La circuncisión masculina y la mutilación genital femenina (algunas veces incorrectamente llamada "circuncisión femenina") son dos procedimientos completamente diferentes. La circuncisión de los hombres, cuando se realiza por motivos diferentes al religioso, es considerada por la mayoría de la gente como una medida profiláctica (de salud). En cambio, la ablación de clítoris, por su naturaleza , usualmente resulta en la mutilación del órgano sexual femenino, lo cual hace muy difícil que la mujer involucrada pueda sentir placer sexual alguno.
En fin, para que no haya dudas, el equivalente a la ablación en los hombres sería la completa amputación del pene.
Esta mujer, Agnes Pareyio, tenía 14 años cuando su madre la obligó a someterse a la mutilación genital femenina.
Le quitaron el clítoris, los labios menores y mayores. El tipo I o clitoridectomía es la eliminación del prepucio del clítoris. Lo que en el mundo islámico se conoce como sunna y que en África equiparan a la circuncisión masculina, aunque no tiene absolutamente nada que ver: mientras la femenina es mutilación y tortura, la masculina tiene efectos beneficiosos para la salud, como reducir el riesgo de contagio del VIH. El tipo III o infibulación la practican sobre todo en Sudán, Somalia o Eritrea. Es la excisión del clítoris, labios y sutura de ambos lados de la vulva. Sólo dejan un pequeño orificio que permite la salida de la orina y la sangre menstrual. A veces también te suturan las paredes de la vulva. Lo peor, según Agnes, es que lo hagan sin anestesia.
2 comentarios:
Esto es horrible. No suelo sentir odio hacia nadie pero creo que esta vez siento algo similar al odio hacia las personas que hacen este tipo de cosas horrendas. Lo peor es que creen que hacen lo correcto. Mutilar para que luego sea "fiel" a su pareja. ¡Qué estupidez! Una más en la larga lista de las estupideces humanas.
Sí, bien dices Damián, la larga lista de estupideces humanas...
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